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El Señor de los Anillos (Libro)

  • Foto del escritor: Lidia Espín
    Lidia Espín
  • 17 may 2021
  • 6 Min. de lectura

Para acabar esta trilogía de artículos, me gustaría hablar sobre el origen de toda esta historia, los libros. He podido leer los libros antes de ver las películas, ¿será este un caso de "el libro es mejor que la película"? A ver qué opináis.


El Señor de los Anillos, J.R.R. Tolkien (edición 1990)

En primer lugar, he de decir que las películas son una muy buena representación de los libros. Obviamente, es un viaje largo y tortuoso, y aunque las películas sea famosas por ser muy largas no acaban de cubrir al completo toda la historia. Sin embargo, los temas que omiten son tramas poco relevantes. En definitiva, las películas han sabido representar a la perfección la historia, resaltando lo más relevante y manteniendo su esencia. Comentemos algunos de los aspectos específicos de los libros.


1. Una Oda a la Imaginación


Es bien sabido que el Señor de los Anillos es solo una secuela de El Hobbit (otra trilogía), y una ínfima parte del universo que Tolkien creó. Aun así, se nota que la narración de estos libros ha sido realizada como canal para expulsar toda la información que contenía su imaginación. Es una obra llena de descripciones meticulosas, explicaciones históricas y geográficas, poemas y canciones propias de cada raza y cada época...


La travesía se centra en el propio viaje, los lugares, las plantas, los ríos y la historia. Tolkien se toma su tiempo para describir todo aquello que visualizaba en su mente sin importar que la trama pueda llegar a resultar tediosa al lector, porque ese relato está hecho como si de un baúl de recuerdos personales del autor se tratase.


2. Exceso de Personajes Planos


Dicho esto, en mi opinión, Tolkien pasa demasiado tiempo describiendo su mundo y abandona un poco el desarrollo de los personajes. Rara vez se explica nada sobre ningún miembro de la Comunidad del Anillo, no sabemos nada de su pasado, y evolucionan muy poco durante su travesía. Básicamente se concentra todo al final, como si Tolkien se hubiera olvidado de ese detalle hasta el momento.


Por ejemplo, Legolas y Gimli, nos explican que elfos y enanos tienen una rivalidad prácticamente ancestral y que durante la travesía estos dos personajes se hacen inseparables, pero no vemos ese cambio. Lo dicen al inicio y de golpe, ya son como hermanos.


Los Hobbits, Merry y Pippin, pasan de ser de jóvenes granujillas a soldados honoríficos y fornidos (literalmente, al beber un brebaje Ent se vuelven más altos y fuertes que la media de los Hobbits), pero de este cambio solo nos damos cuenta al final de la guerra cuando vuelven los dos amigos colmados de honores, aunque siguen manteniendo el mismo carácter jovial de siempre.


Aragorn y Gandalf, en los libros son los personajes más honoríficos y planos de todos. Básicamente no evolucionan, y eso que Gandalf resurge de sus cenizas (casi literalmente). Aun siendo los más poderosos, y aun Aragorn ganándose el derecho a ser rey de Gondor, personalmente, su carácter no evoluciona, empieza y acaba igual, siendo un guerrero honorífico, inquebrantable y noble. Gandalf el Blanco, al contrario de Aragron, pasa de ser un personaje cercano, a un personaje ultra-poderoso con un cierto aire de soberbia que puede llegar a irritar al lector, en mi opinión. Olvida por completo sus relaciones y a sus conocidos, siendo frío y distante, con un único objetivo, ganar la guerra.


Es curioso que los personajes más completos y redondos son los corrompidos por el anillo: Gollum, Frodo y Boromir (aunque su viaje sea corto). Como los tres están tentados por el anillo deben luchar constantemente contra él o sucumbir. El caso de Gollum está claro, tiene una doble personalidad, y el caso de Frodo, igual, debe llevar una carga demasiado pesada que le va a dejar huella para el resto de sus días.


3. Una Fantasía Realista


Es un viaje largo, como ya se ha dicho. La travesía tiene una base muy sencilla: llevar el Anillo al Monte del Destino y destruirlo. Pero es un viaje tortuoso, largo, agotador, peligroso, difícil y tienen muy pocas probabilidades de sobrevivir. En este sentido, Tolkien se encarga de dejarlo muy claro y de asegurarse de que el lector sufra cada instante junto a los personajes.


Frodo y Sam, son los que tienen el viaje más duro, prácticamente sin comida, se quedan sin agua y beben del agua putrefacta y contaminada de Mordor como si fuera agua de manantial. Caminan millas y millas, hasta la saciedad, sin poder dormir por si aparecen enemigos. Siempre con ojo avizor por si se encuentran con orcos, con los Nazgûl o con Gollum. Y por si fuera poco, está el Anillo. Una carga para Frodo cada vez más pesada, prácticamente no puede caminar, y que va oscureciendo su alma poco a poco.


Finalmente, cuando consiguen llevar a cabo su misión con éxito, vuelven a casa y se dan cuenta de que la Comarca ha sido prácticamente arrasada por hombres de Sáruman, y que su misión aún no ha concluido, la guerra ha dejado huella en todas partes y hay que arreglar las cosas.


En este sentido, por mucho que la mayoría de personajes sean de carácter fantástico el relato me parece muy realista. Al fin y al cabo, es un viaje a la guerra, y nada bueno puede pasar ahí. La gente pasa hambre, sed, están cansados y heridos. Y cuando los soldados vuelven a casa se dan cuenta de que la vida en sus hogares no ha sido mejor, y todos deben trabajar para arreglar lo que se ha roto.


4. ¿Plot twist Feminista?


En lo que se lleva de artículo no se ha mencionado a ninguna mujer, y eso es porque son prácticamente inexistentes en el Señor de los Anillos. Hay un comentario que hace Gimli en la película de Las Dos Torres que define a la perfección el universo de Tolkien:


"[...] De ahí surgió la creencia preestablecida de que no hay mujeres enanas, y que los Enanos brotan de agujeros en el suelo" - Gimli, Las Dos Torres


Las mujeres no son importantes en la saga, se limitan a aparecer como extras, siendo mujeres de líderes, normalmente hermosas, hospitalarias y alguna vez ayudando a los protagonistas con presentes (como es el caso de Galadriel). Pero cuando ya te has hecho a la idea de que así es la dinámica de la saga, aparece un personaje, Eowyn.


Y, de la nada, pasa de ser una joven hermosa cuidadora de un rey enfermo, a querer ser una guerrera. Hace todo un discurso sobre que las mujeres estamos limitadas al hogar y a la crianza, que vivimos encerradas sin tener una vida. Ella se siente atrapada y quiere luchar como los demás hombres. Es un personaje torturado por su condición y, a pesar de que es ignorada por todos los hombres a los que intenta convencer para que la dejen unirse a la batalla, ella se va sola a intentar cumplir su deseo. Aún este acto de valentía que rompe por completo con la dinámica del libro, Eowyn es herida en combate y vuelve a quedar relegada a tareas de curación y cuidado de los enfermos.


Su historia es trágica, es un intento constante de luchar contra su destino y sentir que su vida tiene un propósito, pero nunca acaba de lograrlo del todo. Al final, Eowyn se compromete con Faramir y como la guerra ha acabado, se limita a resignarse, ya que no se volverá a presentar la oportunidad de demostrar su valía, de sentirse viva, y vuelve a la jaula de donde quería escapar.


5. ¿El Personaje Olvidado?


Durante todo el libro he sentido que había un personaje que, en principio, es relevante para la trama, como bien se muestra en las películas, pero que en el relato lo trataban como si fuera un extra, Arwen.


Como ya he dicho antes, las mujeres no son importantes en este universo, pero es que Arwen no tiene prácticamente ni diálogo. Ella, es el interés romántico de Aragorn (uno de los protagonistas y Rey de Gondor) y el lector se entera de esto desde un punto de vista externo. Literalmente, es Frodo quien se da cuenta de que Aragorn se arregla demasiado para visitar a Arwen en Rivendel, esto es toda la información que se da sobre esta relación. Al final, cuando coronan a Aragorn, Arwen vuelve a aparecer para casarse, y es toda su historia.


Cuál fue mi sorpresa, cuando decidí leer el apéndice del libro. Donde se habla de la historia de Aragorn y Arwen, de cómo ella decidió renunciar a su inmortalidad para vivir una vida larga con él. Nos hablan de cómo se conocieron, cómo se enamoraron, de los años que estuvieron separados, y de cómo Aragorn consiguió ganarse la aprobación de Elrond (el padre de Arwen).


Explican que los Elfos son una raza en decadencia obligada a abandonar de la Tierra Media para sobrevivir. Toda la familia de Arwen la deja, Gandalf, Frodo y Bilbo también se marchan. Los años pasan, y la muerte de Aragorn llega. Arwen se queda sola en un mundo en el que ninguno de aquellos protagonistas que un día iniciaron esa historia siguen existiendo. Y así, Arwen fallece, y aquel personaje que un día fue tratado como irrelevante se convierte en el punto final de toda la historia del universo de Tolkien, porque como bien dice el libro: "después de la desaparición de Estrella de la Tarde nada más se dice [...] de los días antiguos".


Para mí, leer este libro me ha hecho valorar mucho más la historia y sus películas, y encariñarme, si cabe, más con los personajes. Recomiendo este relato a todo aquel amante de la lectura, que le interese leer relatos largos y descriptivos, sin afán de acción rápida o dinamismo. Si no es ese el caso, las películas son la mejor opción de entretenimiento. ¿Vosotros qué pensáis?

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